30 oct 2008
FÁBRICA INTERMINABLE
Por Julia Cuéllar
El problema actual con el medio ambiente no es el cambio climático, eso es un síntoma, la causa de todos los síntomas (inseguridad, pobreza, cambio climático) es uno, nuestra manera de entender y llevar a cabo el desarrollo humano.
Nuestra forma de pensar, de concebir la realidad determina nuestras acciones, desde la era industrial nuestro paradigma de desarrollo a estado basado en la idea de que la naturaleza, el medio ambiente, es una fábrica interminable. Eso es un error. Los recursos naturales no son infinitos y de ellos depende nuestro sustento. Debemos cambiar el paradigma de fábrica interminable por uno que respete los procesos naturales.
No hay nada en el mundo que no provenga de la naturaleza, los autos, la ropa, las computadoras, la comida y hasta el agua, que constituye casi el 70% de nuestro cuerpo, viene del medio ambiente. Transformamos los recursos para satisfacer nuestras necesidades. ¿Realmente necesitamos tanto? Si un planeta no es suficiente para vivir como lo hemos hecho hasta ahora, es momento de entender que el planeta no tiene problemas sino nosotros. Los que estamos en peligro de no sobrevivir somos nosotros.
Pensamos en función de bienes materiales, de consumo, de satisfactores perecederos. ¿Cómo evaluamos un bosque? La economía actual calcula cuántos árboles hay, cuántos metros cúbicos de madera podrían salir, a cuánto se vende el metro cúbico de madera y el resultado de estas operaciones es el valor del bosque. ¿En qué momento perdimos de vista los beneficios no materiales de un bosque? Los bosques producen oxígeno, secuestran carbono, fijan Nitrógeno en el suelo, destilan agua, son hábitat para otras especies, acumulan energía solar, producen alimento, crean microclimas y se autoreplican, es decir, en sus semillas está la posibilidad de otros bosques. ¿Por qué dejamos de entender el ecosistema como proveedor de vida y empezamos a evaluarlo en función de bienes materiales? Porque cambiamos nuestra manera de pensar, porque intercambiamos un paradigma sistémico por uno de producción en serie.
Entendemos el medio ambiente como una realidad separada de nosotros: el medio ambiente son los bosques, el mar, las montañas, yo vivo en la ciudad. Una realidad fraccionada nos sirvió para entender el mundo, el conocimiento humano se dividió para analizar y clasificar la realidad. Esto produjo que olvidáramos que todo está conectado. La separación entre medio ambiente, economía, arte, inseguridad y demás clasificaciones es ficticia. Vivimos dentro del medio ambiente, dependemos de él para sobrevivir y el medio ambiente está dentro del gran sistema que es la vida.
Pensar sistémicamente implica entender las conexiones que vinculan el medio ambiente con la economía, los problemas sociales como la inseguridad, la pobreza, la falta de educación, con el cambio climático. Una visión sistémica es comprender que todo lo anterior son síntomas de un problema complejo: un sistema roto, intervenido erróneamente por tantos ángulos que desequilibraron la vida y nos llevaron a un punto de quiebre.
Todo sistema tiene un punto de regeneración, de recuperación, nuestra situación está al límite de ese punto. Cambiar nuestra manera de pensar recuperando la visión sistémica puede ser la solución.
Gerardo Pandal, director y creador del despacho ambiental Conciencia Ambiental, sugiere la visión sistémica y un cambio en nuestra conciencia como opción para recuperar una vida armoniosa.
Gerardo nos explica que un sistema se compone de diferentes partes, tan importantes como todo el sistema. Existen sistemas contenidos en sí mismos, que funcionan aparentemente independientes pero que en interacción muchos sistemas crean un sistema más grande. Ese sistema más grande, a su vez interactúa con otros de su mismo tamaño, para crear un sistema más grande. Ejemplo: los átomos en el cuerpo humano. Un átomo parece un sistema cerrado, al interactuar con otros átomos crea una célula. Ésta también parece un sistema cerrado, sin embargo, muchas células crean tu sistema vascular y con otros sistemas crean tu cuerpo.
El medio ambiente es lo mismo, crea sistemas que pueden parecer autocontenidos, pero si se ve desde afuera, la tierra es un gran sistema de sistemas. Si intervienes una parte del sistema, afectas todo lo demás. No entendemos cómo estamos interviniendo el sistema porque pensamos a corto plazo. El sistema crea condiciones para la vida y el no entender la interconectividad ha creado condiciones que irrumpen el proceso de la vida.
Tenemos que entender el modelo de la naturaleza que crea vida porque existen ciclos cerrados que se autocontienen y generan condiciones para más vida. Lo mismo podemos hacer nosotros y no lo estamos haciendo. Creando ciclos cerrados estaríamos empleando los recursos naturales únicamente para generar un desarrollo que nos permitiera vivir respetando y participando en los procesos del medio ambiente. Es decir, no produciríamos basura y reduciríamos la contaminación ya que cualquier deshecho sería tratado para reintegrarse a los ciclos de producción, tanto naturales como humanos.
Gerardo propone que rediseñemos nuestros procesos. Es más conveniente replantear la manera en cómo nos comunicamos por medio de la escritura en papel que continuar deforestando. Hay personas diseñando cómo hacer libros que no sean de papel sino de componentes reciclables, así podríamos reestructurar y rediseñar el resto de nuestros procesos.
Pero para rediseñar procesos antes tenemos que estar concientes que un cambio es necesario. ¿Cómo generamos la conciencia? La conciencia se crea con programación. La programación es la información que recibimos y nos provoca actuar, es decir, es el alimento de nuestras acciones.
El sistema digestivo de lo que percibimos es nuestro sistema nervioso. La boca de nuestro sistema nervioso son nuestros sentidos y el alimento es la información. Esta información son los referentes culturales, la educación, los medios de comunicación, nuestras percepciones diarias. ¿Qué tan nutricional es nuestro alimento? Nuestra comida es de mala calidad, la información que consumimos infunde miedo y no integra al medio ambiente en nuestras vidas, no contiene una visión sistémica.
El ritmo cultural en el que vivimos es de pánico, los cuerpos se enferman porque están constantemente en alerta. Nuestro cuerpo se bloquea para sobrevivir, por lo tanto no puede preocuparse por los demás y esto se traduce en indiferencia hacia los otros, el medio ambiente o cualquier objetivo que no sea sobrevivir.
El espectro de conciencia que tenemos lo adquirimos casi involuntariamente de los medios masivos. La respuesta para cambiar la conciencia, afirma Gerardo Pandal, es cambiar tú. Es suficientemente difícil. Es suficiente reto. Si nos preocupamos por cambiar todo lo demás, muy probablemente nos volveremos dictadores.
El motor es la emoción. Nos movemos porque sentimos las cosas. El sentimiento nos mueve y la razón nos dice por dónde. No depende de nosotros cambiar a los demás. Cuando obligamos a una persona a cambiar lo más probable es que no lo entienda, la única manera de que una persona cambie es si lo entiende.
La conciencia ambiental implica un cambio de paradigma, un regreso a la visión sistémica. Los cambios no se producen desde fuera porque inevitablemente encontrarás obstáculos infranqueables, los cambios en un sistema se producen desde adentro. Basta revisar la historia para saberlo.
Si cambiamos nuestra forma de pensar, cambiaremos el mundo, nosotros creamos este entendimiento, modifiquemos la conciencia individualmente y rediseñemos nuestros procesos. El mundo es uno, las formas de pensar son múltiples, elijamos la que nos permita sobrevivir.
ES TIEMPO DE ACTUAR
ASHOKA es una organización que apoya y capacita a los emprendedores sociales dispuestos a cambiar el mundo en áreas como los Derechos Humanos, Desarrollo Económico, Educación, Medio Ambiente, Participación Ciudadana y Salud. Si deseas volverte voluntario, presentar un proyecto de asociación civil para que te den financiamiento o quieres conocer sobre sus programas de becas a emprendedores sociales y su red internacional de emprendedores sociales comunícate al tel: 5256 2820/ 5256 2821. e-mail: ashokamexico@ashoka.org página web: www.ashoka.org.mx
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2 comentarios:
Un texto muy interesante, jules. De verdad que da gusto pasar por aquí por que siempre se aprende algo.
A mí en general los temas ambientales me estresan mucho (quizás por que me reconozco más culpable de lo que debería ser). Muchas veces al reducir la ignorancia se da el primer paso para construir nuevas propuestas de organización eco-amigable.
Saludos!
Gracias Crisss, tienes razón, la comprensión y el entendimiento es el primer paso en la resolución de cualquier problema. Me motiva tener lectores como tú, el aprendizaje es una construcción colectiva y con amigas como ustedes es una tarea muy fácil.
Cuídate mucho. Abrazos.
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