29 jul 2007
HAY QUE DARLE CUERDA
El tren siempre llega a las 8, apenas son las 7 y ya llegó. Mi madre y yo regresamos a casa a las 9, pero hoy son las 7 y una mujer semidesnuda sale corriendo por el jardín de atrás. Mi padre y mi madre pelean los viernes y hoy apenas es miércoles. La merienda se sirve a las 9:30 y papá se sienta en la cabecera, pero hoy siguen siendo las 7. Mamá está en la cabecera, a la concha le escurre agua salada y el chocolate está muy amargo. Me duermo a las 10, pero hoy son las 7. Mi primer día como hombre importante termina, el reloj de mi abuelo descansa en mi buró y marca las 7.
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