4 ago 2010

AMAMANTAR

Amamantar es amar, es dar, es alimentar. Amamantar es dialogar con tu hijo, envolverlo con tu calor y aroma.

Para que la experiencia de amamantar sea perfecta las mujeres deben tener un pezón adecuado y leche que dar. El pezón adecuado se forma estimulándolo antes del nacimiento del bebé. Antes de bañarse se recomienda dar masajes circulares alrededor de la areola y poco a poco jalar el pezón hacia afuera. Si te sientes cómoda, puedes pedirle a tu pareja que te succione y esto ayudará a formar el pezón. En la regadera puedes tallarte el pezón y la areola con una esponja, nuevamente intentando que el pezón se alargue y se endurezca. La estimulación del pezón y la areola contribuyen a la producción de leche. Cerca del último mes algunas mujeres producen un líquido amarillo, se conoce como pre-calostro. Si esto te sucede, el doctor seguramente te indicará que disminuyas la estimulación porque esto puede desatar contracciones antes de tiempo.

Las mujeres que tienen el pezón invertido o plano pueden estimularlo también con un sacaleche, la succión irá formándolo. Las primeras veces pueden amamantar con ayuda de unas pezoneras, son plásticos suaves con la forma del pezón, con ellas cubres tu pezón y cuando el bebé succiona, el pezón se adapta a la forma de la pezonera. Con los días tu pezón estará formado.

Si amamantando sientes dolor en tu pecho, el pezón te sangra, sientes caliente un pecho más que otro, notas rayas rojas en tu pecho (como pequeños rasguños) o se inflama un pecho, es urgente que veas al doctor porque puede tratarse de una infección y lo mejor es dar tratamiento al inicio de ésta para evitar intervenciones quirúrgicas.

La dieta correcta para amamantar la determina cada pediatra, en general se recomienda consumir el doble de agua y no comer frijoles, brócoli, calabaza y limón porque estos alimentos producen cólicos al bebé.

Amamantar tiene beneficios para la madre: Bajas de peso sin necesidad de hacer ejercicio, la matriz regresa a su lugar y tamaño sin necesidad de fármacos. Lo más importante, creas un lazo emocional trascendental con tu hijo.

Los bebés amamantados tienen una transición más sutil del vientre al mundo exterior. Cada vez que toman leche sienten contención en ambas partes de su cuerpo, lo que ayuda a brindarles seguridad y les facilitará el reconocimiento de las lateralidades en su desarrollo psicomotor.

Se recomienda amamantar a los bebés por seis meses, introduciento alimentos sólidos a los cuatro meses. A los seis meses el bebé ya es capaz de sentarse, la maduración le indica que es tiempo de separarse de la madre, por eso se recomienda dejar de amamantar, para ayudarlo en su proceso de identificación como ser separado de la madre. Otros especialistas de la salud recomendarán amamantar mínimo 2 años. Creo que cada madre e hijo deberán encontrar su propio ritmo para la lactancia y el destete. Finalmente, amamantar no sólo alimenta el cuerpo, sino el estado emocional de madre e hijo, situaciones únicas en cada caso.

Amamantar es una práctica que favorce a la madre y al bebé. Una experiencia de vida irremplazable, nadie te mirará con tanta gratitud y amor como tu bebé prendido de tu pecho.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me agrada la forma como has relatado la etapa pre y post de amamantar un bebé.

Bueno, una pasadita por acá para ver lo nuevo de tu blog.

Saludos!!!

JULIA CUELLAR dijo...

GRACIAS POR VISITAR. SALUDOS.