CARLOS FUENTES, 80 AÑOS

Hoy hace 80 años nació Carlos Fuentes, y 80 años después, hoy, celebramos al escritor Carlos Fuentes por su donación abundante, ambiciosa y reflexiva de letras que configuran nuestro mundo, aún sin haberlo leído. Nadie queda exento de los referentes, de las transformaciones, de los escándalos que provoca la literatura de Fuentes.

Cuando tenía 9 o 10 años leí Las Buenas Conciencias, cabe decir que vivía en Guanajuato capital y que por supuesto, el Guanajuato de Fuentes y el que yo estaba viviendo era el mismo. La diferencia de años entre la narración y la época que vivía carecía de importancia. El tiempo estaba detenido en esa capital provinciana con sus usos y costumbres churriguerescos. Las letras de Fuentes fueron una liberación, en ellas encontré la descripción exacta de la prisión en la que vivía, supe que la historia de Guanajuato y sus ciudadanos estaba escrita para la eternidad, conocí mi destino y entonces decidí cambiarlo. Los escalofríos, el horror, el espanto, el asombro que sentí con cada palabra de Las Buenas Conciencias fue alimentando mi determinación de salir de esa ciudad para siempre. Sobra decir que esta lectura cambió mi vida y ahora habito aquí, en La Región más Transparente.

Agradezco a Fuentes el que en cada etapa de mi vida sus letras me hayan ayudado a romper paradigmas, a construir nuevas realidades, a reflexionar sobre mis decisiones. Autores como él alimentan el hambre inacabable del intelecto.

Celebremos con una cena de letras de FUENTES, su relectura es tan enriquecedora como la primera vez que quedamos cautivos en el universo literario de Carlos.