Una amiga le dijo: Puede ser la persona, pero no el momento. Ella suspiró, se perdió en el recuerdo de sus manos y su voz.
Recorrió cuadro por cuadro el movimiento de su mano izquierda retirándose los lentes antes del beso de reconocimiento.
Cada encuentro era el primero y el último. Ella ya no necesitaba repetirse que era momentáneo, que no pertenecían.
Para ella era una obra de teatro: el mismo libreto, pero cada representación única e irrepetible.
Él soliloquiaba en voz alta sobre lo que no debía ser. Ella lo contemplaba mientras tanto, sonreía porque no debía ser y era.
25 feb 2013
22 feb 2013
Día Internacional de la Lengua Materna
Mis
alumnos escriben hojos y mis ojos lloran. Me dicen en el examen: maestra, su
crucigrama está mal, es autoretrato, le sobra una casilla. Ni Wittgenstein con
su “El significado de una palabra es su uso en el lenguaje” me consuela. Soy
una especie en extinción que realmente cree que los “límites de mi lenguaje son
los límites de mi universo” y por eso es mi cruzada personal el que los jóvenes
aprendan cuanto lenguaje sea posible.
El
21 de febrero se celebró el Día Internacional de la Lengua Materna que nos recuerda el asesinato de estudiantes que se manifestaron para
defender su lengua Bangla en Pakistán en 1952. Es una fecha que nos permite
reflexionar sobre el porqué es importante el lenguaje en nuestra vida.
Hay
quien puede pensar que la escritura o su uso hablado de la lengua no define sus
capacidades laborales, de aprendizaje o socialización. Sin embargo, un artículo
en Harvard Business Review nos enfatiza que “la gramática es más que la
habilidad de una persona para recordar su clase de lengua en el bachillerato.
Las personas que cometen menos errores al escribir, comenten menos errores al
realizar cualquier actividad. También los programadores que prestan mayor atención
a como construyen su lenguaje escrito tienden a ser más cuidadosos al escribir código.
Escribir es fijarse en los detalles y en los negocios eso lo es todo. Quienes
piensan que escribir no es importante suelen pensar que muchas otras
actividades tampoco lo son”.
Usar
una lengua y cuidar sus reglas no es ir contra la creencia de que el lenguaje
está vivo y muta con las sociedades, con el tiempo, con el uso cotidiano, eso
es inevitable, es parte de la belleza de las lenguas; pero conservar sus reglas
es resguardar el consenso que permite el intercambiar palabras y entendernos
por escrito u oralmente. Conocer una o varias lenguas es tener la posibilidad
de aprehender el mundo desde distintos ángulos, visiones o ideologías. Las
lenguas son códigos que buscan nombrar la realidad para intercambiar o tener
punto de contacto con el otro.
En
una época tan virtual y globalizada como la nuestra no está de más recordar que
nuestro uso de la lengua en las redes sociales es nuestra carta de
presentación, las personas nos juzgan por no saber la diferencia entre haber y
a ver; iba e iva; vaya, valla y baya. Seguramente hasta hemos colocado en
nuestro Facebook alguna postal alusiva a las reglas de nuestro idioma.
La
lengua nos acompaña desde antes de nacer, escuchamos la voz de nuestra madre en
el vientre como música, la cadencia de nuestra lengua materna es parte de nuestras
primeras aproximaciones al mundo.
En México se hablan
72 lenguas originarias de solo 11 familias lingüísticas y 364 variantes
dialécticas de acuerdo con el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI). En
Guanajuato hay 14 mil 835 personas mayores
de 5 años que hablan una lengua indígena, lo cual representa menos del 1% de la
población en nuestro Estado. Las lenguas indígenas con mayor número de
hablantes, según datos del Censo
de Población y Vivienda 2010, son el
Otomí con 3,239 personas; el
Chichimeca con 2,142; el Náhuatl con 1,264 y el Mazahua con 818 hablantes.
Dentro del Estado, la ciudad con mayor número de hablantes de lenguas indígenas
es León.
Hablemos Chichimeca,
Náhuatl, Español, otra lengua, o varias lenguas, mantenerlas vivas va más allá
de escribir libros con traducciones para que otras generaciones las recuerden,
es reconocer el paradigma de conocimiento y acercamiento a la vida que nos
ofrecen. Cuando desaparece una lengua, perdemos una cosmovisión. La diversidad
de lenguas es también diversidad de universos.
15 feb 2013
AMISTAD
“Amigo es quien sabe todo de ti y
aún así te ama” fue una frase que por mucho tiempo se mantuvo como mi
definición de amistad, con el tiempo fui incorporando ciertos matices.
He aprendido que un amigo ve tu
potencial, reconoce tus cualidades, te estima porque sabe quien puedes llegar a
ser si desarrollas lo mejor de ti. Conoce tus defectos, pero no te juzga por
ellos, confía en que irás puliéndote.
Un amigo es alguien que llora
contigo cuando es tiempo de hacerlo, ríe contigo pero también te confronta.
Jamás te miente, si alguna verdad que te producirá dolor debe llegar a tus
oídos buscará la mejor forma de enunciarlo, será honesto porque te acompañará
en el duelo.
Un amigo es un compañero de vida,
sabe que habrá que superar pruebas juntos e individualmente, pero está
dispuesto a ir dialogando y descubriendo contigo, porque así como él vio tu
potencial, confía en que tú viste el suyo. Sabe que un consejero honesto, un
paño de lágrimas y un cómplice es un garbanzo de a libra.
Un amigo respeta tus decisiones
aunque disienta y te mostrará su punto de vista. Pasado el tiempo, si su
argumento era el correcto fingirá que no dijo nada, estará ahí para acompañarte
en ese aprendizaje.
Ese clase de amigos que describo
no es la mayoría de tus contactos en Facebook, pero son quienes le dan sentido
al compartir. Cada mes, Facebook reporta 100 billones de amigos conectados. En
Estados Unidos el promedio de amigos para la generación millenials (18 a 34
años) es de 319, para la generación X (35 a 46 años) el número de amigos
decrece a 198 y los más jóvenes de los baby boomers (57 a 65 años) tienen en
promedio 156 amigos. ¿Cuántos de ellos
crees que pueden curar a un amigo con sugestión y un vick vaporub mientras
recorren Chiapas mareados por tantas curvas? ¿Cuántos de ellos crees que saben
cuando su amigo necesita abrazos y horas de escucha más que likes? Sabías que
Facebook genera 3.2 billones de “likes”
y 300 millones de fotos cada día.
Según mapsofworld,
33% de los entrevistados en Inglaterra asegura que tiene más amigos en Facebook
y otras redes sociales que en la vida real. ¿Cómo están definiendo ellos la
amistad? Esta misma encuesta revela que 20% de los usuarios comentan las fotos
de sus amigos diario, 15% de los usuarios cambia diariamente su status, 80% de
las solicitudes de amistad son aceptadas. ¿A cuántos nuevos amigos conocen
realmente?
Facebook es una gran herramientas
para colaborar, para trabajar en red y sí para mantener o conocer nuevos
amigos, pero creo que aunque el encuentro suceda en lo virtual en algún momento
hay que dar espacio a la presentación cara a cara. Así conocí a las mamás de @bazarfular y por eso sé que las
estadísticas de Facebook son ciertas, las mujeres aumentamos en un 44% nuestro
uso de esta plataforma después del nacimiento de un hijo. 93% de las mamás
subimos fotos de nuestros retoños. Sin duda Facebook ha ido redefiniendo
nuestro concepto de amistad, incluso ha creado nuevas categorías para adaptarse
a distintas definiciones: mejores amigos, conocidos, agregar a otra lista
(amistad a la medida)
Actualmente creo que un amigo es
quien sabe quien puedes llegar a ser y te ama desde antes de que lo seas,
porque confía en que a tu ritmo y a tu tiempo desarrollarás tu potencial. Elige
crecer contigo, volverse cómplice del proceso no porque necesite saber todo de
ti, sino porque espera que tú un día lo sepas.
8 feb 2013
Cóporo
“Conócete a ti mismo” parece una consigna adolescente, pero en medio de un problema que parece destruir tu vida (al menos como la conocías hasta ese punto), esas mismas palabras tienen un sentido de construcción y alivio inigualables. Si viste morir tu mundo (padres, hijos, parejas, trabajo de tus sueños, familia…) seguramente tú también moriste. ¿Qué sigue? ¿Quién soy después de esta pérdida?
Te miras al espejo sin reconocerte, llenas días de horas zombie y esperas que el tiempo lo cure todo. No es el tiempo, eres tú y tu decisión de vivir otra vez, de ser otro tú que no imaginaste. Ante las crisis, las regiones también cambian: de colonia a país independiente, de fabricar rebozos a zapatos, ¿de los zapatos a los autos o a la industria cultural y de servicios?
Da oportunidad a lo que está enterrado, si limpias con la paciencia de un arqueólogo puede que te maravilles con la fortaleza de los cimientos que emergen, con las historias que explican tu carácter, tu gusto por lo salado, tu afición por el cielo azul y los nopales.
Otros también vieron caer sus palacios y construyeron de nuevo o tuvieron que abandonar su ciudad (la vida como la conocían) porque las circunstancias los obligaron. Frente a un conjunto de fogones, leo cuidadosamente “El uso de los espacios entre una casa prehispánica y una rural actual no son muy diferentes” estoy en la zona arqueológica El Cóporo pensando que tal vez en algunos aspectos la vida prehispánica y la actual tampoco son muy diferentes.
Recorro el Conjunto Gotas con mis hijos ¿Qué hacían las mamás para distraer a sus pequeños? ¿Qué juguetes existían? El sol, la arena y aventar pequeñas piedras de un cerro a otro, parece seguir divirtiendo a los pequeños. Desde la cima contemplo el subir de mi sombra casi exhausta, veo cómo se ríe con los niños, se toma fotos, descansa en una piedra, bajo un árbol y admiran un cielo azul inmaculado mientras bebe agua. Quienes vieron ese mismo cielo hace siglos ¿veían lo mismo que yo ahora, o era otra vegetación, otro clima, otro mundo? Desde su espacio sagrado disfruto la belleza curvilínea de una sierra moteada, la distancia hace que perciba espacios oscuros y claros sobreponiéndose continuamente, como los espacios de bonanza y tragedia en la historia de una región.
Lo sagrado para mí, también está ahí: mis hijos, nuestra vida juntos. Cada minuto con ellos me pide conocerme para poder ser la mejor versión de mí en la vida que no imaginé. Sé que me tocará ver caer sus mundos y acompañarlos en sus reconstrucciones, para ello construimos un espacio sagrado hecho con las piedras de los momentos compartidos, las horas de cuentos, los días observando la belleza de una catarina, un Millet o una sierra del bajío. El espacio sagrado quedará enterrado por el suceder de la vida y un día quitarán el polvo, redescubrieran su historia, sus cimientos, el momento en que todas sus vidas posibles eran sólo potencia. Seguramente caerán en cuenta que de lo vivido poco imaginaron, pero encontrarán los vínculos entre su presente y ese pasado que les da cimiento y sentido a su ser.
¿Imaginaron los habitantes del Cóporo ser historia de los Guanajuatenses? ¿Imaginaron los Guanajuatenses que tenían una historia prehispánica? ¿Qué vínculos unían al Cóporo con el norte del país, cuáles tiene hoy el Bajío con el norte o el sur del país? ¿Quién era el Bajío antes de la independencia? ¿Qué otras historias tiene el Bajío y no imaginamos?
“Conócete a ti mismo” es una invitación a tejer historias, a explorar, a ser arqueólogo y encontrar las relaciones entre los distintos tiempos que nos configuran.
Mamis, vayan con sus hijos, lleven agua, bloqueador solar y algún alimento ligero para darles después del recorrido que dura dos horas y media en promedio, de cualquier forma ustedes deciden si lo hacen más corto o extenso. Una camioneta los transporta del museo a la zona arqueológica y de regreso. Casi cada media hora están llevando y trayendo pasajeros. A la entrada de la zona arqueológica hay una palapa donde puedes esperar la camioneta.
Si tus hijos son pequeños puedes irles explicando que hace mucho tiempo unas personas vivieron ahí y así era su casa. Diles que imaginen que ese era un cuarto y allá la cocina. Seguro te harán preguntas como ¿Dónde están las camas? y ¿La escuela dónde era? Anímalos a explorar respetando las áreas restringidas de paso. Hay puntos con contenedores de agua que se usaban, según te explican, para refrescarse, por supuesto hoy tienen un letrero que indica no beber el agua. Esos son buenos espacios para descansar y mirar el paisaje, por algo, alguien antes que tú ya lo había marcado como un buen lugar. Pídele a tu hijo que escuche como sopla el viento, que vea los colores de las piedras y como algunas tienen musgo. Pueden tomar fotos de la vegetación para buscar información en casa y armar un álbum.
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1 feb 2013
MIEDO A LA PÁGINA EN BLANCO
La hoja en blanco no es un temor exclusivo de los escritores. Todos hemos tenido miedo a comenzar y cada vez culpamos de nuestros infortunios a las uvas que se atoraron durante las doce campanadas de año nuevo. Dicen, que cada año contamos con 365 páginas en blanco. Cada día tenemos por escribir 24 líneas (Ya no asusta tanto). Pero qué decir en cada hora, qué hacer para no malgastar el lenguaje y llegar a nuestro lector.
¿Qué me gustaría leer a mí? Es la pregunta con que voy resolviendo cada una de las líneas. Será irrelevante para unos, pero confío en que otros escucharán lo que su interior les ha querido decir pero carecía de palabras.
En este ejercicio de ir venciendo el miedo a lo desconocido estamos desde el día en que nacemos, cuanto necesitamos y deseamos no está más al alcance de un cordón que nos une a nuestra madre. Hay que tejer un cordón que nos una a los demás, con ellos es que podemos construir y compartir nuestras necesidades y sueños.
El lenguaje busca llevar al otro lo que construimos mentalmente, hay teóricos como Joan Costa, que aseguran que este puente de sentido entre mi interior y el exterior, entre yo y el otro, permitió una evolución social exponencial.
Hoy parece que extraer nuestras ideas y compartirlas es lo más común, basta ver Twitter, Facebook, Instragram, pero ¿Qué historias nos estamos contando? Compartir no es lanzar botellas con mensajes personales al mar como tuits al Timeline. Es conectar con el otro, encontrar objetivos comunes y distribuir las tareas, los proyectos. Es tejer cordones sociales.
Es insuficiente llenar las 24 líneas con el flujo de pensamientos del menor esfuerzo: “ya tendré otra hora, otro año”. Necesitamos conectar con los demás para que cada línea cuente una historia digna de ser recordada. Soy consciente que muchas líneas son sólo el preludio de un clímax, pero se van escribiendo con la decisión y el trabajo dirigido hacia un objetivo. Así me gusta escribir mis líneas y a ti ¿cómo te gusta tejer historias?
El miedo a la página en blanco paraliza y llena las redes sociales de quejas, chistes, postales, ciudadanía de sillón y likes. La página en blanco desaparece con el primer verbo que mata al miedo: Soy mamá de tiempo completo, Doy 60 minutos a mi país, soy pequeño gran humano, Soy Internet para todos.
El discurso social se transforma cuando modificamos las palabras, las palabras somos nosotros y hay suficientes para cubrir la página, necesitamos organizarnos para decidir la narración. El lenguaje es una evolución exponencial cuando organizados trabajamos en equipo para matar a la bestia en medio del frío. Uno proyecta la lanza más afilada, otros copian el movimiento, unos más esperan, cada uno tiene un rol, pero el objetivo es común, conseguir alimento y vestido. Hoy, las lanzas están en el aire pero el objetivo común es vago ¿Qué nos corresponde hacer? La historia que nos contamos (inseguridad, pobreza, injusticia, corrupción) no cambiará mientras no elijamos un orden de palabras distinto. La página en blanco está ahí, cada día.
Esta columna buscará escribir líneas que inviten, reflexionen y conecten. Alguien más está viendo las lanzas en el aire y mira alrededor buscando a otros con quien vencer el miedo de la página en blanco.
Twitter: @juliacuellar82
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