¿GÓTICO EN EL BAJÍO?
Por Julia Cuéllar
Viajaba por la carretera rumbo a Manuel Doblado, el paisaje era hermoso, árboles, sierra, nubes, cielo azul, ex haciendas y ranchos. A 46 Km de León entré a Jalpa de Cánovas y lo usual apareció a mi lado izquierdo, tiendas de abarrotes, cajas de frutas, niños en bicicletas, casas, pero no podía imaginar la sorpresa que mi lado derecho me tenía deparado, una iglesia de estilo gótico, ahí en medio de un paraje del bajío.
Su color rojo ladrillo me atrapó, al igual que su torre, sus rosetones, sus vitrales y sus ventanas de arcos ojivales. Entrar a la iglesia fue viajar en el tiempo y sentirme fuera de mi país. La luz lo domina todo y la cantera blanca del altar atrapa la mirada por entre las columnas de piedra.
Las miradas se elevan al cielo cuando decenas de abanicos parecen alabar a un Dios en las alturas, tal es el efecto de una bóveda de crucería que no podía faltar, ni la repetición de arcos ojivales en la puerta principal, las ventanas y puertas al interior que conducen a la naves laterales.
Una vez que llegas al altar sabes que todo guarda geometría, que cuidaron de guiar los ojos del visitante a lo más importante, el símbolo del sacramento católico, el sagrario. ¿Qué podría ser más luminoso qué el blanco? Únicamente el resplandor cegador del dorado, y el oro sólo está reservado para un rey consagrado.
El Señor de la Misericordia te recibe en su cruz, por encima del altar, su postura del sacrificio ha sido repetida infinitamente en crucifijos, pero éste a pesar de sus restauraciones sigue guardando la magia, el misterio, el realismo de una historia que conmueve y que se recrea en sus detalles más mínimos como la herida del costado. De esa herida salió sangre y agua relata el evangelio de Juan y El Señor de la Misericordia lo representa fielmente con una gota de cristal.
La Iglesia tiene planta en forma de cruz, un ábside detrás del altar y dos naves laterales. En el centro de la planta de cruz puedes admirar a cada lado rosetones con motivos azules, amarillos, morados que crean una sensación de paz, pureza, tranquilidad, belleza y gloria. Por algo se dice que los rosetones representan el ojo de Dios.
Pero esta tranquilidad no siempre moró en este recinto, la Iglesia tiene una historia de constante reconstrucción. Desde la primera misa celebrada el 19 de septiembre de 1908 en un templo todavía en construcción hasta julio de 1929 cuando por fin quedó terminado y se reinició el culto religioso suspendido en julio de 1926 a causa de la guerra cristera, El Señor de la Misericordia vio pasar sacerdotes, mártires, inauguraciones, suspensiones, constructores, artistas, restauradores, ornamentos, muebles y recipientes sagrados.
Sus recovecos llenos de color y flores no guardan memoria de un pasado tan agitado, parecen anunciar sólo un presente de buenaventura y un futuro como obra de arte. Esta Iglesia fue declarada Patrimonio de la Humanidad en marzo de este año. Territorialmente esta iglesia pertenece a Purísima del Rincón, pero está bajo las órdenes de la Diócesis de San Juan de los Lagos.
Como una sorpresa a los ojos de los visitantes de Jalpa de Cánovas la iglesia El Señor de la Misericordia espera paciente por nuevos pasos que crucen su portal de arcos ojivales repetidos al infinito para dejar lo cotidiano y llegar a la luz de una remembranza gótica en el bajío.
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