14 feb 2009

Razones para salir y crecer.


Yo no tenía ninguna intención de permanecer ni un día más en aquella tranquila y elegante ciudad. Aunque eso supusiera nuestra ruptura. Si me quedaba, algo dentro de mí se perdería para siempre. "Y es una pérdida que no puedo permitirme", pensaba. Era algo vagamente parecido a un sueño. En él había ardor y, también, dolor. Se trataba del tipo de sueño que tal vez sólo pueda tenerse a los diecisiete o dieciocho años.

Y ese sueño Izumi tampoco podía entenderlo. Lo que ella perseguía en esa época era un sueño de naturaleza muy diferente, un mundo que se emplazaba en un lugar muy distinto.

Pero, al final, antes de empezar realmente esa nueva vida en ese nuevo lugar, nuestra relación llegaría a su fin de una manera brusca e impensada.

Fragmento de Al Sur de la Frontera, al Oeste del Sol. Haruki Murakami.

4 comentarios:

Dawn A.G. BlackRaven dijo...

Vaya sincronicidad...
Tu fragmento de hoy fue un pequeño oasis de reflexión para un instante de ambiguedad...

Saludos y buen fin de semana...

CrisS dijo...

Izumi es una diosa, he dicho.

MAÑANA TE VEO JULES!! CUÁNTA FELICIDAD!!

Nota: Palabra verificadora que me toco: Cuintio. Casi tengo ganas de tener otro perro para ponerle así.

JULIA CUELLAR dijo...

JAJAJA. Ay Criss, pobre perro, ya suficiente con ser perro, no le pongas ese nombre, jajaja.

Albie, gracias, es un fragmento muy simbólico para mí. El 14 de febrero es una fecha de término, siempre me suceden cosas terribles. En fin.

Seguimos en contacto.

Dawn A.G. BlackRaven dijo...

No eres la única...
Oh 14 de febrero...
A mí se me presentan, literalmente las dos caras de la luna...