Llora con sentimiento, las párpados parecen abanicos y sus pucheros provocan ternura, es momento de dormir, pero algo en él se niega. Su hermano le lleva 8 años y pasa lo mismo, bosteza, los ojos se entrecierran, pero él con la fuerza del lenguaje se atreve a contradecir a su cuerpo: No tengo sueño.
¿Por qué los niños se niegan a dormir? Será que en su inconsciente creen que para dormir está la tumba y que si duermen se pierden del mundo y sus maravillas. No lo creo. Si se niegan a dormir es porque algo no anda bien.
Con el de 8 años hemos descubierto que lo que le impide dormir es el miedo o la expectativa que antecede a días importantes para él. Con el bebé, el no dormir está asociado a: cólico, pañal sucio, incomodidad de la ropa, demasiado ruido o luz, hambre y NO TENER SUEÑO. Esto en mayúsculas porque hay ocasiones en que los papás queremos que duerman porque así dice el manual que el hospital, la guardería o la rutina de trabajo impusieron días atrás. Pero si nosotros mismos no somos relojes suizos, ¿por qué queremos obligar a un bebé a serlo? Dentro del útero nadie le condicionaba, hace poco salió de ahí, se está adaptando a un lugar sin agua, frío, sin comida inmediata, con día y noche, hay que tenerle paciencia y dejarlo acostumbrarse poco a poco. Si el jetlag nos molesta, imaginen que él está viviendo un jetlag a la n potencia por haber viajado del agua al aire.
Todo su cuerpo está aprendiendo a identificarse, así que lo seguro es que al principio no haya patrones regulares de sueño, ni de comida, ni de hacer del baño, ni de nada. Hay que conservar la calma, el bebé no está descompuesto, simplemente es un bebé y aún no ha sido malformado por la presión del reloj.
Poco a poco el bebé irá encontrando sus tiempos, ningún día es igual a otro, son parecidos y conforme crecen, son más parecidos, pero nunca serán iguales, como no lo son para nosotros.
Prepárate para agudizar tu oído e identificar las pequeñas variaciones de tono en el llanto del bebé, generalmente hay uno para invocar el sueño. Hay quienes dicen que dejar llorar a los bebés hasta que se queden dormidos por si solos es la mejor opción, hay otros que dicen que un poco de llanto les sirve como arrullo, unos más les cantan, les platican, caminan arrullándolos o los mecen. Cada padre encontrará el mejor método para su hijo. Lo cierto es que leer las opiniones y experiencias de otros ayuda cuando se es primerizo y no se tiene ni idea. Yo he ido probando y tengo una técnica mixta: Cuando reconozco el llanto de sueño, afino mi voz, lo pego a mi pecho, le canto y lo mezo mientras camino pausadamente.
Y aunque parezca que el bebé se niega a dormir porque se despierta constatemente a pesar de que lo arrullamos, lo mecemos y lo colocamos en su cuna, esto es un error de interpretación. Si vemos que bosteza y cierra los ojos, aunque sea en ligeros pero constantes parpadeos, es señal irrefutable de sueño. Simplemente los bebés tardan en dormir porque sus ciclos de sueño no con como los nuestros. Tienen tiempos más largos de sueño ligero que de sueño profundo y empiezan por el sueño ligero, por eso es recomendable arrullarlos o mecerlos un largo rato antes de dejarlos en la cuna. Cada bebé es distinto, hay que irle midiendo al propio.
Si tiene los ojos abiertos y llora con sus arrullos, no es que cante mal, lo más seguro es que no tenga sueño y lo que quiere es que lo pasee, le hable o juegue con él. El mío generalmente quiere que lo lleve y lo traiga, lo lleve y lo traiga por toda la casa. Sí, yo también alguna vez quise dormirlo a la fuerza, pero como dice mi abuela, a fuerza ni los zapatos entran.
Conforme los bebés crecen, el tiempo de dormir períodos cortos disminuye y aumenta el dormir un período largo durante la noche. Esto quiere decir que estará más tiempo depsierto durante el día. Dormir es importante para los bebés porque en ese reposo continúan desarrollándose sus órganos y se activa la hormona del crecimiento. Si su bebé duerme poco consulte a su médico.
Y para los que antes de un bebé eran insomnes como yo, les tengo una noticia: eso se acabó, ahora aprovecharán cada oportunidad para dormir y lo harán inmediatamente, será breve pero reparador, total, si antes no conciliábamos el sueño, hacerlo por lapsos cortos ya es ventaja.
ALGUNOS SITIOS CON INFORMACIÓN MÁS CIENTÍFICA Y PERIODÍSTICA SOBRE EL DORMIR DE LOS BEBÉS:
http://www.babysitio.com/bebe/sueno_consejos.php
http://www.babysitio.com/bebe/sueno_cuanto.php
http://www.dormirsinllorar.com/sueno_infantil1.htm
http://www.dormirsinllorar.com/mejnoch1.htm
30 jun 2010
28 jun 2010
INTRODUCIR EL MUNDO
Hoy mi hijo vio el mundo desde una ventana. Para su visión estuvieron disponibles un balcón, macetas, cables, árboles y autos. De eso, desconozco qué fue lo que realmente vio, por su corta edad su visión aún no está del todo desarrollada. Gracias al cielo por eso. Se han puesto a pensar qué del mundo es lo más deseable que nuestros hijos vean primero. ¿Qué es lo que debemos ir introduciendo a su visión a través de los años?
Hay niños que despiertan y ven violencia, guerra, indiferencia. Otros ven padres corriendo al trabajo, un desayuno caliente o un hermano que lo reta. Lo que observamos va construyendo nuestra cosmovisión, creamos los conceptos que definirán nuestro ser y nuestra relación con el mundo.
Qué queremos que vea es preguntarnos qué queremos que piense, sienta, añore. Ir introduciendo el mundo a un nuevo ser no es fácil. Si le presento sólo lo mejor, corro el riesgo de mentirle, de encerrarlo en una burbuja, de volverlo insensible a las diferencias y los otros. Si le muestro lo peor, seguro preguntará ¿qué sentido tiene vivir? ¿para qué nacer? tal vez se vuelva hostil, rencoroso y misántropo. ¿Cómo lograr el equilibrio? ¿Cómo decirle que disfrutar de un cielo azul es maravilloso mientras hay quienes deben concentrarse en atrapar las pelotas que arrojan al cielo en un crucero? ¿Cómo explicarle que el amor al prójimo es la única religión incluyente cuando hay conflictos armados por los distintos nombres de Dios?
Introducir los colores, el abecedario y la papilla es lo más fácil, pero cómo descubrirle el mundo, sus antagonismos, sus dualidades, sus intersticios y coyunturas.
Hoy vio el mundo a través de una ventana, mañana saldrá a él y lo único que podré hacer será decirle: Aquí estaré, en cuerpo mientras pueda, en espíritu siempre para ti.
Hay niños que despiertan y ven violencia, guerra, indiferencia. Otros ven padres corriendo al trabajo, un desayuno caliente o un hermano que lo reta. Lo que observamos va construyendo nuestra cosmovisión, creamos los conceptos que definirán nuestro ser y nuestra relación con el mundo.
Qué queremos que vea es preguntarnos qué queremos que piense, sienta, añore. Ir introduciendo el mundo a un nuevo ser no es fácil. Si le presento sólo lo mejor, corro el riesgo de mentirle, de encerrarlo en una burbuja, de volverlo insensible a las diferencias y los otros. Si le muestro lo peor, seguro preguntará ¿qué sentido tiene vivir? ¿para qué nacer? tal vez se vuelva hostil, rencoroso y misántropo. ¿Cómo lograr el equilibrio? ¿Cómo decirle que disfrutar de un cielo azul es maravilloso mientras hay quienes deben concentrarse en atrapar las pelotas que arrojan al cielo en un crucero? ¿Cómo explicarle que el amor al prójimo es la única religión incluyente cuando hay conflictos armados por los distintos nombres de Dios?
Introducir los colores, el abecedario y la papilla es lo más fácil, pero cómo descubrirle el mundo, sus antagonismos, sus dualidades, sus intersticios y coyunturas.
Hoy vio el mundo a través de una ventana, mañana saldrá a él y lo único que podré hacer será decirle: Aquí estaré, en cuerpo mientras pueda, en espíritu siempre para ti.
27 jun 2010
SER MADRE NO ES ANULARSE
-Uno no debe anularse
-No me estoy anulando
-Seguro que si tu familia estuviera cerca, tu decisión sería distinta
-Sería la misma- respondí enfática.
¿Por qué les parece tan increíble el que haya renunciado a mi trabajo por pasar tiempo con mi hijo? ¿En qué momento el que una mujer elija ser madre significa anularse? ¿A qué se refieren con anular?
Si se refieren a que pierdo tiempo en la calle, en las fiestas, en una oficina, manejando o chismorreand con las amigas, pues no lo considero una pérdida, eso ya lo viví. Nada es para siempre, los hijos crecen, trabajo siempre hay, los amigos acompañan en todas las etapas y el tráfico no es algo que extrañe.
Pensar que me anulo porque soy madre, es considerar que hay fragmentos de mi ser menos valiosos que otros, eso simplemente es absurdo. Soy profesionista, soy madre, soy amiga, novia, hija y muchas más etiquetas y ninguna elimina o anula a la otra, se toman tiempos entre una y otra, se mezclan, coexisten.
Que si es un sacrificio dejar el mundo laboral, no para mí, no sacrifico nada, al contrario, disfruto el privilegio de ser madre, de tener una familia que me apoya, de ver crecer a mi hijo minuto a minuto. No quiero ser definida por mi profesión, soy mucho más que un título. Quiero ser definida por el amor que doy.
Anularme sería tener que ir a trabajar, estar lejos de mi hijo, no poder alimentarlo, mimarlo. Anularme sería ir en contra de mi deseo de estar con él, anularme sería aceptar lo que se impone socialmente, vivir para el mundo en lugar de para mí.
Tienen razón los que me llaman anticuada por no querer ceder la formación de mi hijo al estado como sucede en Cuba. Por preferir estar en casa que en la oficina. Sí soy la peor pesadilla de las feministas, porque para mí es un sacrilegio tener que renunciar a tu hijo para definirte como mujer ¿En qué momento mujer y madre se volvieron conceptos irreconciliables?
Creo que cada quien tiene derecho a elegir cómo administrar el tiempo que le fue dado y yo decidí desde niña que lo más importante en mi proyecto de vida sería el ser madre. No me estoy anulando, estoy cumpliendo mi plan, regalándole a mi niña lo que más quería.
El tiempo con los demás lo cambio gustosamente por contemplar a mi hijo comiendo de mi pecho, llorando por no conciliar el sueño, riendo porque le digo cuánto lo amo, pataleando cuando le cambio el pañal.
Ser madre no es anularme, es completar mi ser.
-No me estoy anulando
-Seguro que si tu familia estuviera cerca, tu decisión sería distinta
-Sería la misma- respondí enfática.
¿Por qué les parece tan increíble el que haya renunciado a mi trabajo por pasar tiempo con mi hijo? ¿En qué momento el que una mujer elija ser madre significa anularse? ¿A qué se refieren con anular?
Si se refieren a que pierdo tiempo en la calle, en las fiestas, en una oficina, manejando o chismorreand con las amigas, pues no lo considero una pérdida, eso ya lo viví. Nada es para siempre, los hijos crecen, trabajo siempre hay, los amigos acompañan en todas las etapas y el tráfico no es algo que extrañe.
Pensar que me anulo porque soy madre, es considerar que hay fragmentos de mi ser menos valiosos que otros, eso simplemente es absurdo. Soy profesionista, soy madre, soy amiga, novia, hija y muchas más etiquetas y ninguna elimina o anula a la otra, se toman tiempos entre una y otra, se mezclan, coexisten.
Que si es un sacrificio dejar el mundo laboral, no para mí, no sacrifico nada, al contrario, disfruto el privilegio de ser madre, de tener una familia que me apoya, de ver crecer a mi hijo minuto a minuto. No quiero ser definida por mi profesión, soy mucho más que un título. Quiero ser definida por el amor que doy.
Anularme sería tener que ir a trabajar, estar lejos de mi hijo, no poder alimentarlo, mimarlo. Anularme sería ir en contra de mi deseo de estar con él, anularme sería aceptar lo que se impone socialmente, vivir para el mundo en lugar de para mí.
Tienen razón los que me llaman anticuada por no querer ceder la formación de mi hijo al estado como sucede en Cuba. Por preferir estar en casa que en la oficina. Sí soy la peor pesadilla de las feministas, porque para mí es un sacrilegio tener que renunciar a tu hijo para definirte como mujer ¿En qué momento mujer y madre se volvieron conceptos irreconciliables?
Creo que cada quien tiene derecho a elegir cómo administrar el tiempo que le fue dado y yo decidí desde niña que lo más importante en mi proyecto de vida sería el ser madre. No me estoy anulando, estoy cumpliendo mi plan, regalándole a mi niña lo que más quería.
El tiempo con los demás lo cambio gustosamente por contemplar a mi hijo comiendo de mi pecho, llorando por no conciliar el sueño, riendo porque le digo cuánto lo amo, pataleando cuando le cambio el pañal.
Ser madre no es anularme, es completar mi ser.
23 jun 2010
DE ASISTENTE A MAESTRA
Las penas con pan son menos, llevo tres conchas. No me arrepiento de mi decisión, nunca dudé, sin embargo, duele. Es lamentable que en este país el proyecto de vida de una mujer sea incompatible con lo profesional.
Entre mi hijo y el trabajo, pues elijo a mi hijo. Y seguro lo eligen millones de madres mexicanas, pero tienen que trabajar y su elección no importa, se impone la nacionalidad, porque si fueran francesas, austriacas o inglesas, otra sería su realidad. Dinero para el recién nacido, asistencia en el hogar, un año para estar con su hijo y seguridad laboral. Aquí, 42 días después del parto y eso quienes cuentan con seguridad social. Aquí, un hijo implica separar el ser madre del ser profesionista. Nos dicen que es incompatible y no lo es, pero hay que aprenderlo creativamente, inventarse trabajos, sacarse horas de la manga para estar cuando ríe, cuando camina, cuando nos dice mamá. Hay quienes tienen que quitarse el miedo, estirar los ahorros y renunciar. Hay quienes no tienen ese privilegio.
A mí me duele renunciar porque me gustaba lo que hacía, pero difruto más lo que hago ahora, acompañar a mi bebé 24 horas al día. Pero estoy triste porque no quería renuciar, sólo necesitaba un tiempo, pero en México no existen esos tiempos. Así que hay que inventárselos y en eso estoy, bordando meses que cubran la formación inicial de mi hijo, meses para darle fortaleza emocional, meses para disfrutarme como madre.
Triste por tener que descolgar unos cuadros, feliz por poder hacerlo.
Entre mi hijo y el trabajo, pues elijo a mi hijo. Y seguro lo eligen millones de madres mexicanas, pero tienen que trabajar y su elección no importa, se impone la nacionalidad, porque si fueran francesas, austriacas o inglesas, otra sería su realidad. Dinero para el recién nacido, asistencia en el hogar, un año para estar con su hijo y seguridad laboral. Aquí, 42 días después del parto y eso quienes cuentan con seguridad social. Aquí, un hijo implica separar el ser madre del ser profesionista. Nos dicen que es incompatible y no lo es, pero hay que aprenderlo creativamente, inventarse trabajos, sacarse horas de la manga para estar cuando ríe, cuando camina, cuando nos dice mamá. Hay quienes tienen que quitarse el miedo, estirar los ahorros y renunciar. Hay quienes no tienen ese privilegio.
A mí me duele renunciar porque me gustaba lo que hacía, pero difruto más lo que hago ahora, acompañar a mi bebé 24 horas al día. Pero estoy triste porque no quería renuciar, sólo necesitaba un tiempo, pero en México no existen esos tiempos. Así que hay que inventárselos y en eso estoy, bordando meses que cubran la formación inicial de mi hijo, meses para darle fortaleza emocional, meses para disfrutarme como madre.
Triste por tener que descolgar unos cuadros, feliz por poder hacerlo.
19 jun 2010
SUPER MUJER
"Aumentan los indicios de que el ideal de la supermujer solamente se ve en la televisión y no en ninguna otra parte. La mujer que tiene suficiente energía para levantarse temprano a atender las necesidades de la familia, corre al mundo de los negocios y trabaja para su jefe ocho horas completas, vuelve volando a la casa, prepara la cena, alista a los chicos para que se acuesten, y luego distrae a su marido, no es más que una ficción de los agentes de prensa de imaginación superactiva. Ningún ser humano puede ser todo para todos los demás."
-ZIG ZIGLAR. Cómo criar hijos con actitudes positivas en un mundo negativo. Ed. Norma. 1985, Colombia.
-ZIG ZIGLAR. Cómo criar hijos con actitudes positivas en un mundo negativo. Ed. Norma. 1985, Colombia.
18 jun 2010
EDUCACIÓN
"Adiestrar a un hombre en la mente y no en la moral es adiestrar una amenaza para la sociedad"
-Franklin Delano Roosevelt
"No trabajar para apoyar una serie de valores, significa que las universidades están produciendo bárbaros potenciales con altas destrezas"
-Steven Muller, Rector de la Universidad de Johns Hopkins.
Citas sacadas de: Cómo criar hijos con actitudes positivas en un mundo negativo de Zig Ziglar. Ed. Norma.
-Franklin Delano Roosevelt
"No trabajar para apoyar una serie de valores, significa que las universidades están produciendo bárbaros potenciales con altas destrezas"
-Steven Muller, Rector de la Universidad de Johns Hopkins.
Citas sacadas de: Cómo criar hijos con actitudes positivas en un mundo negativo de Zig Ziglar. Ed. Norma.
17 jun 2010
Empatía por el sano crecimiento de los hijos
"La simpatía implica que uno siente lo mismo que la otra persona. La empatía significa que uno comprende cómo siente el otro, pero no siente igual; y porque no siente igual, puede distanciarse del problema y proponer una solución objetiva. Ese es el papel que a usted le corresponde como padre en la formación positiva de sus hijos."
-ZIG ZIGLAR, Libro: Cómo criar hijos con actitudes positivas en un mundo negativo. Ed. Norma
-ZIG ZIGLAR, Libro: Cómo criar hijos con actitudes positivas en un mundo negativo. Ed. Norma
16 jun 2010
Influencia musical
En 1703, el gran patriota escocés Andrew Fletcher hizo esta observación "Escriban ustedes las leyes, pero déjenme a mí escribir la música, y yo gobernaré el país".
15 jun 2010
Pensamiento positivo
Los que os pueden hacer creer absurdos, os pueden hacer cometer atrocidades.
-Voltaire
-Voltaire
13 jun 2010
Llorar
Llorar es tal vez la expresión comunicativa más antigua, más instintiva. Lloramos al nacer y es la única vez que una madre se alegra de oír a su bebé así. Horas después el llanto del hijo provoca angustia ¿Por qué llora? ¿Qué le duele? ¿Qué hice mal? ¿Sufrirá mucho? ¿Cómo lo ayudo?
Una madre primeriza (como yo) seguro correrá al teléfono a consultar al pediatra una vez que ha seguido el ritual de revisar pañal, ofrecer comida, arrullar, tomar temperatura, dar gotas para cólico, sacar el aire, desvestir para verificar que nada de la ropa lo moleste, buscar señales de deshidratación o molestia estomacal. El pediatra que lo ha visto todo, siempre, contestará parsimonioso: Hizo lo correcto, su bebé no tiene nada. Relájese, hay ocasiones en que así pasa y lo único que queda es acompañarlo hasta que se duerma. Si no duerme y a usted le hace sentir más tranquila, tráigalo al hospital aquí estaré.
Lejos de tranquilizarse, uno sufre porque acompañar al hijo no basta, porque la serenidad del doctor no calma, porque uno sólo quiere que su hijo esté bien, que deje de sufrir, porque el llanto para nosotros siempre es una manifestación de dolor. La impotencia invade y abruptamente uno comprende que nunca podrá tomar el lugar de su hijo en sus momentos dolorosos. Por más que se quiere entrar a ese cuerpo y ser uno quien padece, es imposible. A lo largo de toda la vida, el acompañamiento es la única opción.
Duele y uno quiere llorar, pero más llanto no ayuda, así que se abraza, se besa, se arrulla, se pide a Dios que esté bien y puedas confortarlo (y si no se cree, se comienza a esperar que exista una divinidad y que sea cierto lo que dicen muchos, que si se reza se realizan tus peticiones).
Duerme. Te sientes abatida porque siendo su madre no pudiste descifrar su llanto. Los días pasarán y la comunicación comenzará a fluir, cada decibel de diferencia en el llanto significará un mensaje distinto: sueño, hambre, incomodidad, cólico o necedad.
Quedará la duda ¿Estoy interpretando correctamente?
Llegará el momento en que después de varios libros concluirás que el llanto forja el carácter, que un poco cada día le enseña a expresar sus emociones y a tolerar la frustración, que es un tipo de arrullo. Que es natural y taparlo con un chupón es reprimir las emociones. El llanto tiene patrones y hay bebés (entre ellos mi hijo) que lloran todos los días a la misma hora. La hora cuchi cuchi, le digo yo, una hora de expresión de libertad, sesenta minutos en que parece que nada lo consuela, que un agudo dolor lo consume, una hora de acompañamiento.
Acompañar y llorar, parece elemental que cuando alguien sufre acompañarlo es una gran ayuda. Cuando se es madre no basta y se llora por dentro, porque acompañar se vuelve un verbo insuficiente, paliativo.
Una madre primeriza (como yo) seguro correrá al teléfono a consultar al pediatra una vez que ha seguido el ritual de revisar pañal, ofrecer comida, arrullar, tomar temperatura, dar gotas para cólico, sacar el aire, desvestir para verificar que nada de la ropa lo moleste, buscar señales de deshidratación o molestia estomacal. El pediatra que lo ha visto todo, siempre, contestará parsimonioso: Hizo lo correcto, su bebé no tiene nada. Relájese, hay ocasiones en que así pasa y lo único que queda es acompañarlo hasta que se duerma. Si no duerme y a usted le hace sentir más tranquila, tráigalo al hospital aquí estaré.
Lejos de tranquilizarse, uno sufre porque acompañar al hijo no basta, porque la serenidad del doctor no calma, porque uno sólo quiere que su hijo esté bien, que deje de sufrir, porque el llanto para nosotros siempre es una manifestación de dolor. La impotencia invade y abruptamente uno comprende que nunca podrá tomar el lugar de su hijo en sus momentos dolorosos. Por más que se quiere entrar a ese cuerpo y ser uno quien padece, es imposible. A lo largo de toda la vida, el acompañamiento es la única opción.
Duele y uno quiere llorar, pero más llanto no ayuda, así que se abraza, se besa, se arrulla, se pide a Dios que esté bien y puedas confortarlo (y si no se cree, se comienza a esperar que exista una divinidad y que sea cierto lo que dicen muchos, que si se reza se realizan tus peticiones).
Duerme. Te sientes abatida porque siendo su madre no pudiste descifrar su llanto. Los días pasarán y la comunicación comenzará a fluir, cada decibel de diferencia en el llanto significará un mensaje distinto: sueño, hambre, incomodidad, cólico o necedad.
Quedará la duda ¿Estoy interpretando correctamente?
Llegará el momento en que después de varios libros concluirás que el llanto forja el carácter, que un poco cada día le enseña a expresar sus emociones y a tolerar la frustración, que es un tipo de arrullo. Que es natural y taparlo con un chupón es reprimir las emociones. El llanto tiene patrones y hay bebés (entre ellos mi hijo) que lloran todos los días a la misma hora. La hora cuchi cuchi, le digo yo, una hora de expresión de libertad, sesenta minutos en que parece que nada lo consuela, que un agudo dolor lo consume, una hora de acompañamiento.
Acompañar y llorar, parece elemental que cuando alguien sufre acompañarlo es una gran ayuda. Cuando se es madre no basta y se llora por dentro, porque acompañar se vuelve un verbo insuficiente, paliativo.
9 jun 2010
Territorio por explorar
Dentro de nosotros está la posibilidad de existir a pesar de nosotros. El a pesar de nosotros se refiere a nuestros prejuicios, paradigmas o creencias sobre lo que somos, deberíamos ser o no somos. Cuántas veces nos atrevemos a explorar lo que no sabíamos de nosotros mismos, esa región sin etiquetas, a la que le falta nombre y tiempo.
El embarazo es ya una etapa de autoconocimiento, pero el posparto es una mutación. Un pequeño fragmento se reconoce como tú, pero el resto es un territorio inexplorado que poco a poco vas aprehendiendo y llamando tú.
Creo (y no lo sé de cierto) que a varias mujeres les da la depresión postparto. Según yo, no tuve tiempo para eso, porque desde que oí el llanto de mi hijo supe que dos corazones que alguna vez latieron dentro del mismo cuerpo, ahora tendrían que dialogar a través de los sentidos. Tampoco tuve tiempo porque a pesar del dolor físico y la batería de medicamentos lo único que realmente laceraba era no poder alimentarlo, cargarlo, permanecer despierta a su lado. No tuve tiempo, porque había que vencer la fiebre y el cuerpo lastimado para estar con él lo antes posible. Principalmente no tuve tiempo porque nunca vi su nacimiento como un duelo, ni un arrebato, ni como que me faltaba algo. Lo viví como la separación natural entre una madre y un hijo que permite que el segundo crezca y sea, y que la madre reciba un territorio nuevo al que habrá de nombrar como propio si se atreve a explorarlo. Tal vez quienes no se atreven son quienes padecen depresión posparto. O tal vez lo que tuve fue depresión postparto, pero como no me gusta ese nombre, lo llamé distinto.
No soy psicóloga, ni necesito serlo para saber que cada experiencia de vida es distinta y sólo por ello cada quien es libre de nombrar su universo como mejor le convenga.
A un mes de exploración puedo decir todo va de maravilla, me gustan estos nuevos jardínes, cascadas, frutas y aves que habitan en mí. Estoy siendo otra y de lo que fui conservo la risa. Un corte de cabello para que el ritual esté completo. Estas ojeras son bellas porque son vestigio de nuestras noches juntos, estas estrías son perfectas, porque son tatuajes de su nacimiento, esta cicatriz en el vientre es la puerta entre dos vidas. Este cuerpo delgado y de vientre abultado soy yo. Estoy gradecida por la fuerza de mis brazos y músculos que lo mecen, agradecida por haber dado vida.
Soy yo y no tengo que esperar a ser como era, recuperar una figura o un tiempo-espacio para mí. Soy yo, aquí y ahora y me gusta. Soy yo y estoy feliz. Soy yo con un nuevo tiempo-espacio. Mi tiempo es estar con él. Yo con un nuevo cuerpo, yo con un territorio por explorar.
9 de mayo de 2010
El tiempo se detuvo el 9 de mayo de 2010 a las 16:34 horas. Desde entonces todos los días y todas las horas son los mismos. Un constante inicio, una confrontación con lo deseado, lo más amado, lo siempre soñado. Es la certeza del amor inagotable, irrevocable. Es un imperceptible transcurrir de soles y lunas. No hay descanso, no hay sueños, ni pesadillas, el cuerpo flota entre su llanto y la recuperación de energía. Sólo importa estar a su lado, atenderlo, cuidarlo, mimarlo, alimentarlo física y emocionalmente.
Las letras son secundarias, él es mi literatura. El trabajo, el dinero, la vida fuera de mi pecho y su boca es irrelevante. Su éxtasis después de comer, la mejor imagen que verán mis ojos. Sus sonrisas, caricias a mi alma. Su mirada que explora, el indicio de que todo está por ser aprendido. Sus manos sujetando mis pulgares, el cierre de un circuito de paz.
Un mes de mirarnos a los ojos, una eternidad de amor.
Las letras son secundarias, él es mi literatura. El trabajo, el dinero, la vida fuera de mi pecho y su boca es irrelevante. Su éxtasis después de comer, la mejor imagen que verán mis ojos. Sus sonrisas, caricias a mi alma. Su mirada que explora, el indicio de que todo está por ser aprendido. Sus manos sujetando mis pulgares, el cierre de un circuito de paz.
Un mes de mirarnos a los ojos, una eternidad de amor.
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