Es un niño de gorro azul, de espada roja y corazón de León.
Pelea en Pompidou con wifi o sin él. Pasea en Chatelet.
Vigila desde la Torre Eiffel y come helado de chocolate para vencer a los malos.
En la Bastilla grita: "Tierra, Justicia y Libertad"
En el Hotel de Ville monta un caballo en el segundo piso de un carrusel
En Notre Dame pregunta: ¿por qué despreciaron al jorobado?
Desde el Louvre observa los tres arcos, compra un Napoleón más chino que francés.
Igual pasó con el jardín de Tullerías, le pareció más inglés, se creyó Harry Potter.
Ni se acordó de Luis XVI y María Antonieta.
La mitad de su rostro lo cubre con la bufanda india que compró. Es multicolor como su mirada.
Es hábil con la cámara, ya supera a su papá.
Es más artista que periodista, más dramático que realista.
Es el centro de atención sin quererlo por sus risas y juegos de miradas macabras.
No se queja del frío, ni de los pies mojados, tampoco de las desveladas ni de las locuras de Julia que siempre lo quiere llenar de besos.
Es un chico muy listo.
Es todo un parisino, tiene 5 años y se llama Pablo, como Picasso.
París
Abril 2008
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