Una mujer frente a su computadora se
pregunta ¿cuándo volverá a mis brazos? ¿Cuándo se dará cuenta de que me ama?
Un hombre en una reunión con amigos,
ríe mientras acaricia la espalda baja de su esposa. Recuerda la espalda baja de
Lorena.
Ella, Lorena, frente a su ventana
tuitea: El amor no conoce el tiempo ni la distancia, el amor es hoy mientras
pienso en ti.
Él, Claudio, lee el tuit mientras su
esposa le murmura al oído: vámonos pronto, tengo ganas de coger.
Lorena recibe una invitación al cine
por whatsapp. La ignora, prefiere suspirar frente a su pantalla mientras
intenta escribir su artículo
Claudio besa a su esposa, la ama. 10
años juntos no son una broma.10 años juntos no pueden desaparecer solo xq
conoció a Lorena
Lorena tuitea: Sé que me lees. Llama,
acá es medianoche, allá debe ser de día.
Claudio siente la mitad del cuerpo de
su esposa sobre su mitad izquierda. Ella duerme, él lee un tuit y sonríe.
Amanece.
Retira a su esposa suavemente y decide
levantarse. Toma el Ipad y frente a la ventana que deja entrar la ligereza del
sol matutino, lee.
Lorena termina de escribir su artículo.
Imagina que Claudio lo leerá, es sobre TICS y nuevas relaciones humanas.
Claudio es sorprendido por los brazos
delicados que rodean su pecho y los labios cálidos q besan su mejilla. El olor
a café fue el preludio.
Claudio y su esposa platican sobre cómo
entender a Platón en la era de la conversación. Después de un beso parten a la
universidad a enseñar
Lorena, con café en mano, llega ojerosa
a la redacción. Ve su calendario, 15 días para que vuelva Claudio.
Lorena escribe durante 15 días tuits e
ignora whatsapps, Inbox de Facebook y por supuesto a su jefe.
Lorena hace lo que nunca, esperar, y
eso desconcierta a quienes les prometieron que ella salía con todos.
Día 15. Lorena pone flores en la casa,
usa minifalda y tacones. Claudio llega al aeropuerto.
Día 15. Lorena tuitea: Godot llegó.
Claudio facebookea: Hermoso país me recibe para curso y taller: Pensar en
tiempos de ventanas.
Día 15: Lorena presenta su
acreditación, prepara la grabadora y la cámara. Se sonroja.
Qué más da, piensa, enredados en la
cama me lo vuelve a explicar. Claudio la mira, le están colocando el micrófono
para la conferencia
Mi querida Lorena, piensa, por qué las
mujeres se enamoran. Lorena sentada al frente espera.
Lorena se besa con Mario. Cansada de
esperar después de la conferencia a Claudio, mandó whatsapp a Mario.
A pesar de la tormenta, Mario fue a
casa de Lorena. Pensó q las flores, la cena y la lencería eran por él.
Claudio se quedó alzando los pies en un
taxi anegado y con un celular descargado. Países tercermundistas, pensó.
La esposa de Claudio sube fotos de
libros y lugares de la universidad donde trabaja a pinterest. Su alumno se
rocía media botella de loción.
En la era de la conversación, la
postmodernidad y las cuevas, el ser humano se extiende igual.
Coloca manos sobre rocas, sobre
almohadas, sobre ventanas de autos empañadas. El mundo de las ideas y el real
se tocan con el encuentro
La conciencia se expande, como cinco dedos
sobre la roca, la almohada, el vidrio.
Disfrutamos imaginar que los encuentros
nos transforman y ahí el mundo de las ideas y el real se separan de nuevo.
Volvemos a ser sombras
Creemos que somos otros a partir del
encuentro, que esa roca, almohada o vidrio son testigos del destino.
Somos sombras en busca de un molde. Lo
eterno, lo inmutable, esa invención que nos mantiene siendo en la realidad
líquida q fluye
El amor es añoranza del yo q más nos
gusta ser frente a otra sombra, que también espera ser sacada de la cueva para
conocerse verdaderamente
Esa mano extendida seguirá en la cueva,
la almohada, el vidrio, mientras sigamos buscando en el encuentro con otro...
...lo que solo puede ser experimentado
cuando te encuentras contigo.
Por eso algunas culturas callan,
aprecian lo efímero de la voz y otras escriben para volver al silencio efímero.
Claudio cuelga su ropa en el hotel
confiando en que seque. Su esposa califica ensayos mientras su alumno se baña.
Lorena tiene un orgasmo
Día 16. Claudio whatsappea a Lorena.
Día 16. Lorena ignora el whatsapp,
prepara waffles para Mario.
Día 16. Mario se viste mientras el olor
a maple y canela lo rodean, debe ir a la redacción.
Día 16. La esposa de Claudio duerme,
sueña que Claudio es su alumno y se besan detrás de un árbol.
Mario calla, por primera vez, su
aventura frente a sus compañeros en el pasillo. Se sienten decepcionados.
Lorena no es esa mujer fácil que le
platicaron. Es detallista, es tierna, piensa Mario
Mario, es buen tipo, no debí jugar con
él, piensa Lorena. Claudio ya no parece tan fantástico. Lorena redacta la nota
sobre la conferencia
Claudio compra artesanía para su
esposa, ella lo espera ansiosa, deben entregar el libro que están escribiendo
en dos semanas.
Lorena y Mario se ignoran, cada uno
cree que el otro es demasiado bueno e inmerecido.
Lorena y Mario se lamentan de haber
perdido la oportunidad de conocerse despacio, de haber dicho, es sólo una
noche.
Lorena y Mario retuitearán y darán
likes constantes a sus artículos, es su forma de valorar al otro.
Claudio y su esposa se pelearán por el
último capítulo del libro.
Claudio y su esposa pospondrán la
entrega a la editorial, al igual que el sexo, las pláticas, los desayunos y las
salidas a fiestas.
Claudio y su esposa buscarán conceder
para terminar, el libro él, el matrimonio, ella.
El día que sale a la venta el libro por
internet, la esposa de Claudio recoge la última caja de la mudanza. Él mira el
amanecer.
La esposa de Claudio, le soba el hombro
como despedida. Él ni siquiera intenta apartarla, extraña el olor a café y sus
brazos rodeándolo.
Mario compra el libro de Claudio y su
esposa: La conversación imposible en tiempos de la conversación, el soliloquio.
Lorena, Mario, Claudio y su ex-esposa
extenderán las manos buscando la roca, la almohada, el vidrio que haga efímero
el silencio