El espíritu humano no recibe con sinceridad la luz de las cosas, sino que mezcla a ella su voluntad y sus pasiones; así es como se hace una ciencia a su gusto, pues la verdad que más fácilmente admite el hombre es la que desea.
Bacon, Francis. NOVUM ORGANUM. Ed. Fontanella, Madrid, 1984. p.44.
No hay comentarios:
Publicar un comentario